Como ya hemos visto
en anteriores entradas, todos podemos ser creativos pero para ello tenemos que
ejercitar el musculo de la creatividad. Así, como suena, igual que tenemos que
ir al gimnasio si queremos hacer ejercicios de piernas o de brazos, por poner
un ejemplo, si queremos que nuestra creatividad salga a la luz, tenemos que
estimularla.
Normalmente cuando
se nos presenta un problema solemos solucionarlo siguiendo el método de
ensayo/error, sin embargo los métodos heurísticos de los que hablaremos más
adelante, nos instan a utilizar procedimientos que no te dan la solución al
problema, sino métodos para llegar a la solución del problema.
Graham Wallas fue
un profesor inglés y uno de los
fundadores de la London School of Economics and Political Science de Londres. En 1926 publicó su libro El arte del pensamiento. De él podemos extraer lo que podía
considerarse la primera explicación del proceso creativo. Aunque por supuesto,
como suele pasar con casi todas las teorías, sus estudios estaban basados en
las investigaciones de otros autores anteriores a él, sin embargo sentó las
bases de un modelo que ha sido utilizado hasta nuestros días. A continuación os
explicaré un poco más detalladamente en que consiste.
Fundamentalmente el
proceso creativo descrito por Graham Wallas se divide en cuatro etapas, cuya
duración puede variar según el problema que pretendamos resolver.
- Fase de preparación: En ella debemos reconocer la situación problemática, intentando dejar de lado la información que nos resulte más evidente pero sobre todo perfilando el contexto y todos los elementos que conforman nuestro problema. Debemos probar diferentes formas de resolver el conflicto pero sobre todo recoger toda la información que pueda sernos útil o necesaria para completar el resto de fases.
- Fase de incubación: Se trata de un proceso interno que consiste en ser conscientes del problema, se produce en lo que hemos llamado en anteriores ocasiones pensamiento lateral. Para llevar a cabo esta fase la mayoría de veces es necesaria una desconexión, debemos olvidarnos del problema para que sea nuestro cerebro el que madure la idea y busque nuevas relaciones. Esta suele ser una fase muy estresante ya que no produce soluciones visibles y nos da la sensación de que no estamos avanzando en nuestro problema.
- Fase de la iluminación: Es cuando la solución al problema aparece de improviso en nuestra mente y la podemos percibir claramente. Esta fase puede llevar a equívocos, ya que nos da la sensación de que hemos llegado a ella a través de un golpe de suerte o por pura casualidad y no siguiendo las fases antes mencionadas, pero esto es un engaño de nuestra mente, ya que simplemente no éramos conscientes de este proceso creativo.
- Fase de la elaboración y verificación: Es la última fase descrita por Wallas, en ella comprobamos si realmente la solución que se nos ha ocurrido es viable y nos ayuda a solucionar el problema. Puede desembocar en el abandono de la idea por ser irrealizable o en la adopción de la misma para poder desarrollarla.
Aunque este es uno
de los modelos más estudiados y seguidos, no es el único y otros autores
posteriores como Alex Osborno o Webb Young han modificado estás fases añadiendo
las suyas propias.
De la
percepción del problema a su definición.
Otro autor que nos
habla del proceso creativo es Joseph Rossman que lo extendió en siete etapas. Aunque
se han traducido de diferentes maneras podrían resumirse como:
- La necesidad o dificultad (tenemos un problema que deseamos resolver)
- Formulación o percepción del problema (en la que definimos el problema y reconocemos la situación. En muchas ocasiones una formulación adecuada resulta ser muy importante para solucionar el problema. Debemos formularla de manera general y amplia)
- Información (Hacemos un búsqueda de los elementos que conforman el problema)
- Formulación de soluciones (damos una serie de resoluciones para acabar con el problema. Hay que intentar no inhibir ni valorar las ideas demasiado pronto)
- Revisión de las soluciones (comprobamos que esas soluciones son viables)
- Nuevas ideas (una vez seleccionadas las ideas válidas para solucionar el problema proponemos nuevas soluciones)
- Verificación de las nuevas ideas (analizaos las nuevas soluciones para comprobar si alguna de ellas nos ayuda a resolver nuestro problema)
Métodos
heurísticos
Basados en estas investigaciones sobre el
proceso creativo surgen los métodos heurísticos. Utilizan sobre todo reglas
empíricas y a través de ellos se pretende no solo llegar a la solución sino
también observar los procesos creativos que han llevado a ella. Los que
defienden este tipo de métodos frente a otros, sostienen que basamos nuestras
soluciones en experiencias propias creando nuevas relaciones entre elementos ya
existentes. Es el método contrario al deductivo.
Dentro de estos métodos podemos encontrar
varios de los que hemos estudiado en clase como el brainstorming y sus derivaciones que ya hemos detallado en otra de
nuestras entradas, el brainwritting, los métodos de
orientación creativa o lo métodos de confrontación creativa.
Muchos de ellos los hemos utilizado en los
ejercicios realizados en clase y que veremos a lo largo del blog.