Los bloqueos creativos: Cognoscitivos, emotivos y culturales

Muchas veces a la hora de enfrentarnos a un problema, pensar una idea, o cualquier situación que requiera el uso de nuestra creatividad, no podremos hacerlo instantáneamente. Es decir, algo nos impide avanzar en nuestra cabeza, no logramos llegar a la meta que queremos llegar por mucho que nos esforcemos, y esto se debe a una serie de barreras que nos impiden avanzar en busca de una solución creativa. Se instalan en nuestra mente y nos limitan. A esto le llamamos el bloqueo creativo.

Estos bloqueos corresponden a los momentos en que nuestra creatividad se paraliza, lo que puede causar una enorme frustración con nuestra propia mente, ya que no alcanzamos lo que queremos por mucho que nos esforcemos. Para intentar superar esto, es importante saber los tipos de bloqueos creativos que hay, de manera que si esto nos pasa, podamos identificarlo. En concreto, nos centramos en 3 tipos de bloqueos:

-        Bloqueo cognoscitivo: son los que relacionamos con nuestra imaginación. Es decir, con este bloqueo, no logramos pensar cosas originales. Acudimos a lo lógico siempre, a lo previamente aprendido, y no salimos de ahí. No pensamos nada diferente, nada creativo, nada original. Acabamos por pensar en lo más sencillo, lo que ya sabemos.
Este bloque lo asociamos a lo perceptivo, es decir, la incapacidad de ver otra cosa diferente a lo que estamos pensando. A parte, también encontramos la ambigüedad de la tercera dimensión, la sujeción funcional, la fijación de la vía de solución (cuando solo vemos una solución), confundir la causa con la apariencia (“Sí-entonces”), las teorías dominantes y el espíritu hipercrítico.

-        Bloqueo emocional: son bloqueos que nos autoimponemos a nosotros mismos. Este bloqueo se podría ver reflejado en la timidez o en el miedo a lo que piensen los demás. Es decir, una persona en su grupo de amigos de confianza puede ser de una manera totalmente diferente a la que tiene al conocer a una persona que tiene intenciones de que sea su pareja. En el primer caso esa persona será abierta, haciendo tonterías y mostrándose desinhibido, mientras que en el segundo caso la misma persona será mucho más formal sin arriesgarse a hacer lo mismo que con su primer grupo.
Este bloqueo se asocia entre otras cosas al miedo a los errores intelectuales o a los errores morales, a la necesidad de encontrar rápidamente soluciones, a la falta de confianza en la propia capacidad creativa o a la exagerada necesidad de seguridad, de certidumbre.

-        Bloqueo cultural: desde pequeños, nos han enseñado una serie de normas, de comportamiento, una serie de valores que con el paso del tiempo hemos ido interiorizando. Al seguir estos valores y estos conocimientos, se crea una sensación de seguridad en nosotros mismos debido a que seguimos un criterio que a nosotros nos han enseñado que está bien. Por lo tanto, este bloqueo se debe a lo previamente aprendido, a la educación, que frente a la creatividad que es algo que es distinto a lo establecido, distinto a lo aprendido, rompe y crea este tipo de bloqueo.
Este bloqueo se asocia a la presión de conformidad a la normalidad, al rol estereotipado del sexo, a la conducta propia de la edad y a la seguridad social. Además, a esto le sumamos la dicotomía juego-trabajo, la exagerada tendencia al éxito y la presión inhibidora de grupo.

A parte de esos 3 bloqueos, encontramos otros tipos de bloqueos tales como los conativos, afectivos, socioculturales o de origen diverso.

-        Bloqueos conativos: pueden originarse por la falta de curiosidad, la desmotivación, la falta de deseo, el derrotismo, la negatividad…

-        Bloqueos afectivos: se pueden crear por una baja autoestima, inseguridades internas o en cambio un exagerado afán de seguridad, por pereza, por la necesidad de encontrar soluciones rápidas, por miedo al ridículo, por prejuicios propios, temor a los que supervisen nuestra creación creativa, lo que se llama bloqueo organizacional, o por desconfianza en los propios compañeros.

-        Bloqueos socioculturales: Se originan por las normas establecidas, los patrones sociales, el creer demasiado en las estadísticas, las referencias culturales, las tradiciones preestablecidas según el sexo o la edad de la persona, la excesiva tendencia al éxito o la dicotomía trabajo-juego.

-        Bloqueos de origen diverso: vienen originados por las llamadas frases asesinas. Hay varias opciones, como las internalizadas (“no lo veo”), la de desconfianza en uno mismo (“¿Y si no gusta?”), la de excusa (“Para que luego lo cambien…”), la de dilación (“Vamos a esperar no vaya a ser que…”), o la de miedo (“Si  cambio eso se me viene todo a pique”).

TÉCNICAS DE DESBLOQUEO
Para lograr salir de todos estos desbloqueos se pueden emplear varias técnicas. Nos vamos a centrar en primer lugar en las herramientas psicológicas de la creatividad a través de la motivación, con la búsqueda de estímulos. Dicha motivación puede ser extrínseca (le motiva un factor externo a la actividad, algo que se recibe por realizarla como el dinero por ejemplo), o intrínseca (la actividad se hace por gusto, como los hobbies por ejemplo). A parte, otra herramienta psicológica sería la de la memoria y la correspondiente asociación que nuestro cerebro hace a través de dicha memoria, esas cosas del pasado que pueden hacer que se nos ocurra algo. La última herramienta ya sería la del entorno, nuestro proyecto personal, todo lo que nos rodea en nuestra vida, lo cual nos podría ayudar a salir del paso con cosas que ya conocemos de cerca.


Otra técnica para el desbloqueo de la creatividad sería el de la fluidez, es decir, generar muchas ideas, con la confianza de que alguna sea buena. En este apartado encontraríamos el famoso BrainStorming (lluvia de ideas), usado en múltiples empresas como un método infalible donde las personas implicadas empiezan a decir un montón de ideas, todo lo que se les ocurra, sea absurdo o no, y tras un tiempo diciendo ideas se elige la mejor.

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